lunes, 17 de septiembre de 2012

EL PERFUME


EL PERFUME




 “La historia desequilibrada de un psicópata en busca de  la esencia perfecta en el jardín de las pestilencias.”
Es una pieza que despierta la fuerza de las emociones y el misterio junto con la muerte, las cuales forman parte de la obsesión por la esencia de cada vestigio. En las calles vetustas de Francia yacía un hombre abominable con una habilidad excepcional, conectando su única ambición a un mundo efímero de olores donde cada mujer con la naturalidad de su cuerpo hacía parte de la fragancia más perfecta de la existencia, un perfume que atraparía el rechazo por el amor y la veneración. “El increíble olfato de aquel monstruo que cambiaría la historia de todo individuo en esta sociedad” (Süskin, 1985). En este relato es indispensable hablar de Jean-Baptiste Grenouille, quien inicia y desarrolla una serie de acontecimientos en el trayecto del libro, allí se muestra como él es afectado desde su infancia  por la falta de una compañía materna y de su cariño. Crece en las calles más apestosas de Francia. A pesar de poseer un don inigualable se ve agobiado por su mentalidad al obtener un propósito único, es ahí donde se mencionará minuciosamente porque piensa como alguien oculto y misterioso y como se desarrolla en su psique, por lo tanto se analizará desde diversos  enfoques como la sociología, el derecho y  la psicología, psiquiatría con ayuda de varias puntos de vista.
Grenouille evidencia sus primeros actos de psicopatía donde se muestra como alguien desesperado y con una capacidad de dominio para retener toda clase de perfumes, sin embargo  desde un punto sociológico la forma como este interactúa con las mujeres era necesario dejarse llevar por sus aromas naturales y exhibir una máscara en la cual era una estrategia para que fuera aceptado con el fin de lograr su mayor objetivo y obtener la esencia perfecta, por consiguiente  se ha notado un argumento de Cleckley en 1941 quien enfatiza las diferentes categorías de psicópatas, como psicópata primario y secundario y se subdivide en dos clases. En este caso Jean-Baptiste Grenouille se categoriza en la secundaria. “Es gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación. A medida que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido, su atracción hacia él también se incrementa. Viven sus vidas dejándose llevar por el aliciente de la tentación” (Oliver). De esta forma se clasifica como “sociópata  pues estos poseen ciertas características en común: falta de empatía hacia los demás e incapaces de sentir remordimiento y culpa” (Horton, 1999). El personaje aunque poco interactuaba con las mujeres, estaba regido por una tentación  y su propia intuición influenciada por una sociedad débil ya que en esos tiempos no había una estructura social ordenada, es decir, había un contexto sociológico burocrático, una jerarquía conmovida por el poder. Es  ahí donde Grenouille quería satisfacer sus necesidades y tener el poder de ser amado por los demás a través de su olfato desarrollado. Aunque su actitud era extraña, enigmática y misteriosa, se ha notado otros argumentos que hacen parte de este análisis. Uno de ellos es Philippe Pinel quien habla acerca de la conducta de un psicópata y considera que es un “criminal nato” porque es afectado por una “locura moral” y muchas veces esto se desarrolla a partir de la niñez o la adolescencia y esto procede rechazo y el maltrato. Este comportamiento generalmente sucede por un proceso neurálgico, principalmente en sus cerebros  presentan problemas de disfunciones cerebrales según Sanmartín (2002:116) quien dice “es el hecho de que el psicópata, como es el caso, sabe siempre lo que hace, aunque no lo siente y, por ello, es incapaz de empatizar con su víctima” (Oliver). Esto explica que el funcionamiento prefrontal controla los impulsos agresivos con lo que mantiene bajo control su comportamiento, es decir, tiene conciencia de su actitud agresiva y destructiva sin que experimenten sentimientos de rechazo o incomodidad propia del individuo psicópata. Según la hipótesis de Sanmartin (2002:116) “Me atrevo a conjeturar que el área dorso-lateral del cerebro de un psicópata funciona bien, dado que es allí donde se planifica una acción (...) los problemas deben de estar en (...) la corteza  ventromedial, en esa zona de la corteza prefrontal que dota de sentimiento a la acción ordenada por la corteza orbitofrontal” (Oliver). Teniendo en cuenta este diagnostico desde la perspectiva del derecho penal cuando una persona  tiene este problema o actúa como demente bajo una valoración medica se dicta un perito, que es cuando el paciente se examina desde la psiquiatría, sí este posee los síntomas mencionados anteriormente, se determina sí es trasladado a una clínica de reposo, por lo tanto no puede ir a una cárcel ya que no tiene la capacidad  psicológica o mental para tratar con personas normales.
Para concluir, si se decide ir más a fondo de la situación y retroceder un poco más en su vida antes de comenzar a ahondar tanto en su trastorno mental, se podría tener en cuenta que el hecho de no haber tenido una figura femenina que lo llenara de cariño, pudo haber sido uno de los detonantes más fuertes e importantes que lo impulsaron a tener esa fijación especifica por la figura femenina, de no haber tenido esta carencia, muy probablemente solo se interesaría en un buen aroma, sin importar el sexo de la procedencia de este, en tal caso se podría tener en cuenta o analizar que no sólo buscaba satisfacer su sentido del olfato, sino lograr llenar un vacío que desde pequeño se fue creando en él, de esta forma su inconsciente fue empatando una situación con otra, como si se hablase de un rompecabezas y de esta manera se le convirtió en su más grande obsesión.




Aquí mostraré algunas escenas de la película "el perfume" traducida de la historia de Patrick Süskind quien escribe y relata el relato de Jean-Batisted Grenouille.






También mostraré el trailer de esta polémica película:




Sinopsis:

Basada en el best seller de Patrick Süskind. Jean Baptiste Grenouille nació en mitad del hedor de los restos de pescado de un mercado y fue abandonado por su madre en la basura. La autoridad se hizo cargo del bebé que fue de hospicio en hospicio y sentenció a su madre a la horca. El chico creció en un ambiente hostil, nadie le quería e incluso sus compañeros intentaron asesinarle y todo porque había algo que lo hacía diferente: no tenía olor. A cambio, Jean Baptiste poseía un olfato excepcional. A los 20 años, después de trabajar en una curtidería, consigue trabajar para el perfumero Bandini, el que le enseña a destilar esencias. Pero él quería atrapar otros olores, el olor del cristal, del cobre... y sobretodo el olor de ciertas mujeres. A cambio de centenares de fórmulas de perfumes con los que Bandini se enriqueció, le escribió una carta de recomendación para aprender el arte de "enfleurage" en la capital mundial del perfume: Grasse. Una vez allí, consigue su objetivo, un perfume cuyos ingredientes son la esencia de jóvenes muchachas de la ciudad, a las cuales debía matar y mutilar para obtenerla. Trece esencias para componer un perfume que todo aquel que lo olía sentía el inevitable impulso de amar con lujuria, enajenados, como hipnotizados. Finalmente, cuando llegó a Paris, despertó tanta pasión que su cuerpo desapareció entre la multitud entre golpes y mordiscos.






Aquí les mostraré otro ánalisis de esta grandiosa película:

“Un acercamiento al perfil psicológico del asesino  frente a la postura del escritor Patrick Süskin”

En este comunicado es indispensable comprender la posición del autor acerca del personaje, quien inicia y desarrolla  una serie de acontecimientos en el trayecto del libro, allí se evidencia como el escritor describe su propio mundo a través de los olores, y se ve reflejado en su comportamiento y mentalidad, también se mostrarán fragmentos del libro que comprueben los homicidios realizados por Grenouille y se analizarán de manera minuciosa,  por ende es necesario entender la psicología que posee el personaje  y su imaginación que produce para lograr sus propósitos. Es ahí donde se mencionará cuidadosamente desde diversos enfoques como la psicología, la psiquiatría y la hermenéutica con ayuda de varios puntos de vista o teorías presentados en el trabajo anterior  y llegar a una interpretación profunda.
Antes de mencionar la perspectiva del autor se va a abordar en primera instancia desde un punto psicológico de la personalidad del jean-Bautiste  que es conocida como un trastorno de personalidad antisocial, principalmente él no es capaz  de sentir empatía ni remordimientos, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos y obtener la satisfacción de sus propios intereses. Sin importar el daño que realice a la víctima, lo hace  simplemente  por razones de egoísmo, para su único y exclusivo beneficio. Generalmente los psicópatas  tienden a crear códigos propios para su comportamiento ya que ellos mismos establecen sus reglamentos  para adaptarse  a un mundo externo y pasar inadvertidos para la mayoría de las personas.
Grenouille  tiene necesidades especiales y formas extrañas de satisfacerlas, que en general impliquen un cierto ritual. Se puede decir que éste era un hombre el cual le gustaba lograr sus objetivos con una persistencia increíble, llegando hasta a la obsesión; siempre era determinado a la hora de tomar una decisión hasta llevarla a cabo. Sin duda alguna era un hombre muy osado, le gustaba correr riesgos a cada instante, con ganas de aprender y obtener mucho más conocimiento de cada olor diferente. Por otra parte este personaje siempre se mostraba como una persona fría y reservada consigo misma, tímido y callado,  pero a la vez es era alguien con una gran capacidad de inteligencia capaz de percibir el mundo de una manera distinta alejado del mundo real, aislado en la forma de ver las cosas,  tratándolo de acomodar a la presencia de los buenos olores acompañado de la débil belleza y la juventud ya que son el protagonismo para este personaje, sin embargo las cantidades de homicidios que realizó, en su mundo reflejaba poder, el poder de ser amado por los demás a través de la esencia perfecta  y lograr que el aroma que tanto soñaba se convirtiera en la atracción de las calles de Francia, sentir  la naturalidad de su aroma corporal ya que este no tenía un olor propio y según él podía hacerlo captando el perfume de una mujer virgen, bella y joven.
Retomando una parte del libro donde Grenouille se ingenia una técnica para extraer la fragancia  de una mujer después de su muerte es “extender un paño y untarla de pasta de grasa. Era un trabajo de tiempo, pues se trataba  de distribuir la grasa en capas de diferente grosor según el lugar del cuerpo que tocarían las distintas partes del paño. La boca, las axilas, el pecho, el sexo y los pies despedían mayores cantidades de aroma que por ejemplo, las espinillas, la espalda y los codos, parpados y manos deben untarse con más grasa” (Süskin, 1985). Así pues, Grenouille decía que el paño era una especie de fragancia aromática del cuerpo que lo transportaba a la fantasía, al deseo, la satisfacción que ocupaba todos los sentidos y le proporcionaba placer, para él esta era una técnica artística que le constaba de paciencia por lo que apreciaba la silueta de la mujer sus extremidades, su cabello y genitales que le permitía complacer esa mirada voyerista llena de ambición por el buen olor y el contacto del cuerpo femenino, por tanto el sujeto no tiene un Súper-Yo que lo regule para poder introyectar normas en él que lo inserte en la sociedad podemos observar una comorbilidad, es decir una combinación de trastornos sexuales y personalidad  y es construido por  su fijación de su cotidianidad para que le genere placer, no obstante Jean-Batiste creía que era la mejor manera de extraer estas esencias aparte que le tocaba esperar seis horas para que el efecto se hiciera en el paño y según él era una espera de mucha ansiedad, tensión y que esto ocurría siempre en cada uno de sus veinticinco  homicidios. Teniendo en cuenta este fragmento  y lo dicho anteriormente este personaje  tiene un pensamiento “ingenioso y creativo” pero desde términos psicológicos es alguien que busca la mejor manera de ser reconocido en una sociedad y no pasar  desapercibido, es un elemento que lo puede llevar al amor, el deseo según sus propósitos, pero mentalmente no es normal porque son metas cargadas de fantasía con el fin tener un placer momentáneo que se basa el perjuicio al otro, esto sucede en esta clase de personas en las primeras etapas de su vida no se cuenta con una madre u OTRO que cumpla la función de insertar en ese sujeto las leyes, las costumbres, creencias y demás para que sea aceptado en la sociedad, no hay ese modelo de identificación y partir de eso él empieza a organizar un mundo que para él puede ser bueno así produzca daño a los demás sin respetar reglas ajenas y limites que lo conlleven a realizar estos actos, por eso las victimas eran consideradas en su mundo fantasioso como objetos ya que eran inútiles y vacías después de su muerte.
Después de lo dicho se puede diagnosticar desde un punto de vista psiquiátrico  que Jean-Baptiste Grenouille es considerado como un psicópata que presenta un trastorno de la personalidad llamado disfunciones cerebrales, según la comprobación de Raine y concretado por Sanmartín, quienes dicen que “los psicópatas poseen un buen funcionamiento prefrontal (la corteza prefrontal es la encarga de controlar los impulsos agresivos) con el que mantienen bajo control su comportamiento, es decir, tienen consciencia de su actividad agresiva y destructiva sin que experimenten sentimientos de rechazo o incomodidad propia de individuo no psicópata” (Sanmartín, 2002: 116). Esto explicaría que el psicópata como es el caso, sabe siempre lo que hace aunque no lo sienta y tenga un grado de culpabilidad, es incapaz de empatizar con la víctima. Teniendo los rasgos de esta conducta psicópata es necesario realizar un diagnóstico cuidadoso y ajustado con procedimientos que permita la precisa delimitación del individuo afectado.
Existe un conjunto de indicadores sociales considerados como factores de psicopatía, los cuales son: el abandono, la discriminación social y la conflictividad, que están asociados con el personaje del libro, por consiguiente esto señala un conjunto de variables comunes como el exceso de fantasía, aislamiento social, mentir de forma crónica, entre otros. Según esto “el diagnóstico nosológico del DSM-IV-TR como de la CIE-10, colocan las conductas psicopáticas dentro del Trastorno Disocial” (Lykken, D.T., 2000). Esto se refiere a la presencia de conductas distorsionadas, descriptivas y de carácter negativo, además de transgresoras de las normas sociales en el comportamiento del individuo. Este trastorno supone un problema clínico importante ya que causa un deterioro del funcionamiento a nivel social y ocupacional, estas traen consecuencias de su comportamiento y se derivan del alejamiento y la exclusión, y suelen presentar características especificas de personalidad como deseos e intenciones ajenas, insensibilidad, poca capacidad para reconocer la culpa, autoestima distorsionada (baja), inestabilidad emocional y baja tolerancia a la frustración. http://centros.educacion.navarra.es/creena/002conductuales/PDFs/Trastorno%20Disocial.pdf
Reanudando todos los conocimientos aludidos en este escrito es pertinente contar un poco acerca de los homicidios realizados por el asesino a continuación se nombraran algunas fracciones del libro y la interpretación en general.
“Se fue acercando despacio a la muchacha, aproximándose más y más hasta que estuvo bajo el tejadillo, a un paso detrás de ella. La muchacha no le oyó.!
“Tenía cabellos rojizos y llevaba un vestido gris sin mangas. Sus brazos eran muy blancos y las manos amarillas por el jugo de las ciruelas partidas. Grenouille se inclinó sobre ella y aspiro su fragancia, ahora totalmente desprovista de mezclas, tal como emanaba de su nuca, de sus cabellos y del escote y se dejó invadir por ella como por una ligera brisa. Jamás había sentido un bienestar semejante. En cambio, la muchacha sintió frio”.
“No veía a Grenouille, pero experimento cierta inquietud y un singular estremecimiento, como sorprendida de repente por el viejo temor ya olvidado. Le pareció sentir una corriente fría en la nuca, como si alguien hubiera abierto la puerta de un sótano inmenso y helado. Dejo el cuchillo, se llevó los brazos al pecho y se volvió. El susto de verla la dejo pasmada, por lo que el dispuso de mucho tiempo para rodearle el cuello con las manos. La muchacha no intento gritar, no se movió, no hizo ningún gesto de rechazo y el, por su parte, no la miro. No vio su bonito rostro salpicado de pecas, sus labios rojos, los grandes ojos verdes y centelleantes, porque mantuvo bien cerrados los propios mientras la estrangulaba, dominado por una única preocupación: no perderse absolutamente nada de su fragancia”.
“Cuando estuvo muerta, la tendió en el suelo entre los huesos de la ciruela, le desgarro el vestido y la fragancia se convirtió en torrente que le inundo con su aroma. Apretó la cara contra su piel y la paso, con las ventanas de la nariz esponjadas, por su vientre, pecho, garganta, rostro, cabellos y otra vez por el vientre hasta el sexo, los muslos y las blancas pantorrillas. La olfateo desde la cabeza hasta la punta de los pies, recogiendo los últimos restos de su fragancia en la barbilla, en el ombligo y en el hueco del codo” (Süskin, 1985)
“Grenouille capturo el primer aroma individual en el Hospicio de la Charite, donde logro robar, antes de que la quemaran, una sábana de la cama de un oficial de tesoro recién muerto de tisis, que lo había cubierto durante dos meses. La tela estaba tan empapada de la grasa del enfermo que había absorbido sus vapores como una pasta de “enfleurage” y pudo ser sometida directamente al lavado. El resultado fue fantasmal: bajo la nariz de Grenouille, y procedente de la solución de alcohol, el tesorero resucito olfatoriamente de entre los muertos, y quedo suspendido en la habitación, desfigurado por el singular método de reproducción y los innumerables miasmas de su enfermedad, pero aun así reconocible como imagen olfativa individual: un hombre bajo treinta años, rubio, de nariz gruesa, miembros cortos, pies planos y pálidos, sexo hinchado, temperamento bilioso y aliento desabrido; un hombre poco atractivo por su olor, aquel tesorero, indigno, como el cachorro, de ser conservado por más tiempo. No obstante, Grenouille lo dejo flotar toda la noche como un espíritu perfumado en el interior de su cabaña y lo olfateo una y otra vez, feliz y hondamente satisfecho del poder que había conquistado sobre el aura de otra persona. Al día siguiente lo tiro.” (Süskin, 1985)
“En mayo del mismo año se encontró un campo de rosas, a medio camino entre Grasse y el pueblo de Opio, situado al este de dicha ciudad, el cuerpo desnudo de una muchacha de quince años. Había sido golpeada en la nuca con un garrote. El campesino que lo descubrió quedo tan trastornado por el macabro hallazgo que casi atrajo hacia su persona las sospechas de la policía declarando al teniente con vos trémula que nunca había visto nada tan bello, cuando lo que quiso decir era que nunca había visto nada tan espantoso. En realidad, la joven era de una belleza exquisita. Pertenecía a aquel tipo de mujeres placidas que parecen hechas de miel oscura, tersas, dulces y melosas, que con un gesto apacible, un movimiento de cabellera, un solo y lento destello de la mirada domina el espacio y permanecen tranquilas como en el centro de un ciclón, al parecer ignorantes de la propia fuerza de la atracción, que arrastra hacia ellas de modo irresistible los anhelos y las almas tanto de hombres como de mujeres. Y era joven, muy joven, aún no había perdido en la madurez incipiente el encanto de su tipo. Sus miembros mórbidos eran todavía tersos y firmes, los pechos como recién moldeados, y el rostro ancho, enmarcado por cabellos negros y fuertes, aun poseía los contornos más delicados y los lugares más secretos. La cabellera faltaba sin embargo. El asesino la había cortado y robado, así como la ropa.” (Süskin, 1985)
“Poco después del comienzo de la cosecha del jazmín se produjeron otros dos asesinatos. Las víctimas fueron otra vez muchachas extraordinariamente hermosas, ambas pertenecían al mismo tipo de mujeres morenas y placidas, las dos fueron halladas también desnudas y con la cabeza cortada, y tendidas en los campos de flores con una herida contusa en la base del cráneo. Tampoco esta vez había rastro del asesino. La noticia de propago como un reguero de pólvora y se temieron más agresiones contra los inmigrantes cuando se supo que ambas víctimas eran italianas, hijas de un jornalero genovés.” (Süskin, 1985)
“Empujo la ventana, se introdujo en el aposento y dejo el pañuelo a un lado. Entonces se volvió hacia la cama. La fragancia del cabello dominaba porque la muchacha dormía de broces con el rostro enmarcado por el brazo y apretado contra la almohada, en una postura ideal para el mazazo en la nuca”.
“El ruido del golpe fue seco y crujiente. Lo detestaba. Lo detestaba solo porque era un ruido en una operación por lo demás silenciosa. Solo podía soportar este odioso ruido con los dientes apretados y cuando se hubo extinguido continuo todavía un rato inmóvil y rígido, con la mano aferrada a la maza, como si temiera que el ruido pudiese volver de alguna parte convertido en potente eco. Pero no volvió y el silencio reino de nuevo en el dormitorio, un silencio incluso intensificado, porque ahora no se oía el aliento profundo de la muchacha. Y en cuando se relajó la actitud tensa de Grenouille (que tal vez podría interpretarse también como una actitud de veneración o una especie de rígido minuto de silencio), su cuerpo recobro la flexibilidad”.
“Se guardó la maza y empezó a actuar con diligente premura. Ante todo desdoblo el paño del perfumado y lo extendió sobre la mesa y las sillas, cuidando de que el lado engrasado quedara encima y se mantuviera intacto. Entonces aparto la sabana del lecho. La magnífica fragancia de la muchacha que se derramo súbitamente, cálida y masiva, no le conmovió. Ya la conocía y la disfrutaría, la disfrutaría hasta la embriaguez más adelante, cuando la poseyera de verdad. Ahora se trataba de empezar cuanto antes, de dejar evaporar la menor cantidad posible; ahora se imponía la concentración y la rapidez”.
“Corto el camisón de arriba abajo con unos golpes de tijera, se lo quito, cogió con un paño engrasado y lo echo sobre el cuerpo desnudo. Entonces la levanto, le metió el paño sobrante por debajo, la enrollo como enrolla un barquillo en pastelero, plegó los extremos, la envolvió como una momia. Los corto a ras de cráneo y los envolvió en el camisón, que ato como si fuera un hatillo. Por último, le tapo el cráneo rapado con una punta de un paño, que introdujo dentro de un doblez con una delicada presión del dedo. Examino todo el paquete; no había ninguna abertura, ningún agujero, ninguna rendija por la que pudiera escapar la fragancia de la muchacha. Estaba perfectamente envuelta. Ya no quedaba nada más por hacer, solo esperar durante seis horas, hasta que amaneciera.” (Süskin, 1985)
Grenouille tenía una forma muy particular de llegar a sus víctimas, empezando por el hecho de que solía ser una persona que siempre pasaba desapercibida, circunstancia que le favorecía notablemente a la hora de capturar a sus víctimas, ya que si pasaba por inadvertido como normalmente le sucedía, todo iba hacer más fácil, lo primero que hacía era seducirlas, por decirlo de alguna manera, a esto se debe la descripción detallada  de cada una de ellas, una descripción que no es para nada desagradable, por el contrario, se torna muy sutil, lo maquillan de una manera que lo hace ver natural, haciendo énfasis en sus aspectos físicos, especialmente en la textura de sus aromas y lo que esto significaba o hacía sentir al personaje atraer  toda su atención.
La forma en la que realizaba dichos asesinatos, a pesar de ser violenta y sangrienta, la maneja a su vez con una astucia y una precisión extraordinaria, dotando de limpieza cada movimiento, que pareciese como si la victima por si sola dejara todo preparado para luego ser capturada, cargando de suma importancia la manera en la cual realizaba sus asesinatos y la finalidad al cometer estos.
No obstante, se alcanza a percibir que tenía una fijación especial con las mujeres con  bellezas despampanantes, sin embargo, asesinó también a un hombre,  sin  estar totalmente cautivado por sus olores, perfectamente distribuidos por todo el cuerpo, siendo cada parte única, hasta con un aroma distinto, pero con algo en común, que procedían de la misma persona que a la final lograban orquestarse de una cualidad tan perfecta que este experto en perfumes quedaba fascinado con lo que alcanzaba a percibir, y  sentirse cautivado era precisamente lo que lo llevaba a obsesionarse a tal punto de querer apropiarse de esas fragancias, tan diferentes pero tan completas para ser una, tan ajenas, era una necesidad netamente suya, que solo podía ser complacida mediante aquellos que conservaran un aroma tan agradable que para Jean-batiste quería volverlos parte de sí mismo.


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