Una entrada profunda acerca del libro el perfume
Este blog está dedicado al seminario de ciencias y tecnologia de la sociedad
martes, 9 de octubre de 2012
martes, 18 de septiembre de 2012
lunes, 17 de septiembre de 2012
EL PERFUME
EL PERFUME
“La historia desequilibrada de un psicópata en
busca de la esencia perfecta en el
jardín de las pestilencias.”
Es una pieza que despierta
la fuerza de las emociones y el misterio junto con la muerte, las cuales forman
parte de la obsesión por la esencia de cada vestigio. En las calles vetustas de
Francia yacía un hombre abominable con una habilidad excepcional, conectando su
única ambición a un mundo efímero de olores donde cada mujer con la naturalidad
de su cuerpo hacía parte de la fragancia más perfecta de la existencia, un
perfume que atraparía el rechazo por el amor y la veneración. “El increíble
olfato de aquel monstruo que cambiaría la historia de todo individuo en esta
sociedad” (Süskin, 1985). En este relato
es indispensable hablar de Jean-Baptiste Grenouille, quien inicia y desarrolla
una serie de acontecimientos en el trayecto del libro, allí se muestra como él
es afectado desde su infancia por la falta
de una compañía materna y de su cariño. Crece en las calles más apestosas de
Francia. A pesar de poseer un don inigualable se ve agobiado por su mentalidad al
obtener un propósito único, es ahí donde se mencionará minuciosamente porque
piensa como alguien oculto y misterioso y como se desarrolla en su psique, por
lo tanto se analizará desde diversos enfoques como la sociología, el derecho y la psicología, psiquiatría con ayuda de varias
puntos de vista.
Grenouille evidencia sus
primeros actos de psicopatía donde se muestra como alguien desesperado y con
una capacidad de dominio para retener toda clase de perfumes, sin embargo desde un punto sociológico la forma como este
interactúa con las mujeres era necesario dejarse llevar por sus aromas
naturales y exhibir una máscara en la cual era una estrategia para que fuera
aceptado con el fin de lograr su mayor objetivo y obtener la esencia perfecta,
por consiguiente se ha notado un
argumento de Cleckley en 1941 quien enfatiza las diferentes categorías de
psicópatas, como psicópata primario y secundario y se subdivide en dos clases.
En este caso Jean-Baptiste Grenouille se categoriza en la secundaria. “Es gente
audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias
reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de
escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la
tentación. A medida que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido,
su atracción hacia él también se incrementa. Viven sus vidas dejándose llevar
por el aliciente de la tentación” (Oliver).
De esta forma se clasifica como “sociópata
pues estos poseen ciertas características en común: falta de empatía
hacia los demás e incapaces de sentir remordimiento y culpa” (Horton, 1999) . El personaje aunque
poco interactuaba con las mujeres, estaba regido por una tentación y su propia intuición influenciada por una
sociedad débil ya que en esos tiempos no había una estructura social ordenada,
es decir, había un contexto sociológico burocrático, una jerarquía conmovida
por el poder. Es ahí donde Grenouille
quería satisfacer sus necesidades y tener el poder de ser amado por los demás a
través de su olfato desarrollado. Aunque su actitud era extraña, enigmática y misteriosa,
se ha notado otros argumentos que hacen parte de este análisis. Uno de ellos es
Philippe Pinel quien habla acerca de la conducta de un psicópata y considera
que es un “criminal nato” porque es afectado por una “locura moral” y muchas
veces esto se desarrolla a partir de la niñez o la adolescencia y esto procede
rechazo y el maltrato. Este comportamiento generalmente sucede por un proceso
neurálgico, principalmente en sus cerebros
presentan problemas de disfunciones cerebrales según Sanmartín (2002:116)
quien dice “es el hecho de que el psicópata, como es el caso, sabe siempre lo
que hace, aunque no lo siente y, por ello, es incapaz de empatizar con su
víctima” (Oliver) . Esto explica que el
funcionamiento prefrontal controla los impulsos agresivos con lo que mantiene
bajo control su comportamiento, es decir, tiene conciencia de su actitud
agresiva y destructiva sin que experimenten sentimientos de rechazo o
incomodidad propia del individuo psicópata. Según la hipótesis de Sanmartin (2002:116)
“Me atrevo a conjeturar que el área dorso-lateral del cerebro de un psicópata funciona
bien, dado que es allí donde se planifica una acción (...) los problemas deben
de estar en (...) la corteza ventromedial,
en esa zona de la corteza prefrontal que dota de sentimiento a la acción ordenada
por la corteza orbitofrontal” (Oliver) . Teniendo en cuenta
este diagnostico desde la perspectiva del derecho penal cuando una persona tiene este problema o actúa como demente bajo
una valoración medica se dicta un perito, que es cuando el paciente se examina
desde la psiquiatría, sí este posee los síntomas mencionados anteriormente, se
determina sí es trasladado a una clínica de reposo, por lo tanto no puede ir a
una cárcel ya que no tiene la capacidad psicológica o mental para tratar con personas
normales.
Para concluir, si se decide
ir más a fondo de la situación y retroceder un poco más en su vida antes de
comenzar a ahondar tanto en su trastorno mental, se podría tener en cuenta que
el hecho de no haber tenido una figura femenina que lo llenara de cariño, pudo
haber sido uno de los detonantes más fuertes e importantes que lo impulsaron a
tener esa fijación especifica por la figura femenina, de no haber tenido esta
carencia, muy probablemente solo se interesaría en un buen aroma, sin importar
el sexo de la procedencia de este, en tal caso se podría tener en cuenta o
analizar que no sólo buscaba satisfacer su sentido del olfato, sino lograr
llenar un vacío que desde pequeño se fue creando en él, de esta forma su
inconsciente fue empatando una situación con otra, como si se hablase de un
rompecabezas y de esta manera se le convirtió en su más grande obsesión.
Aquí mostraré algunas escenas de la película "el perfume" traducida de la historia de Patrick Süskind quien escribe y relata el relato de Jean-Batisted Grenouille.
También mostraré el trailer de esta polémica película:
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Aquí les mostraré otro ánalisis de esta grandiosa película:
“Un acercamiento al perfil psicológico del asesino frente a la postura del escritor Patrick
Süskin”
En este comunicado es
indispensable comprender la posición del autor acerca del personaje, quien
inicia y desarrolla una serie de
acontecimientos en el trayecto del libro, allí se evidencia como el escritor
describe su propio mundo a través de los olores, y se ve reflejado en su
comportamiento y mentalidad, también se mostrarán fragmentos del libro que
comprueben los homicidios realizados por Grenouille y se analizarán de manera minuciosa,
por ende es necesario entender la
psicología que posee el personaje y su imaginación que produce para
lograr sus propósitos. Es ahí donde se mencionará cuidadosamente desde diversos
enfoques como la psicología, la psiquiatría y la hermenéutica con ayuda de
varios puntos de vista o teorías presentados en el trabajo anterior y llegar a una interpretación profunda.
Antes de mencionar la
perspectiva del autor se va a abordar en primera instancia desde un punto
psicológico de la personalidad del jean-Bautiste que es conocida como un trastorno de
personalidad antisocial, principalmente él no es capaz de sentir empatía ni remordimientos, por eso
interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las
utilizan para conseguir sus objetivos y obtener la satisfacción de sus propios
intereses. Sin importar el daño que realice a la víctima, lo hace simplemente por razones de egoísmo, para su único y
exclusivo beneficio. Generalmente los psicópatas tienden a crear códigos propios para su
comportamiento ya que ellos mismos establecen sus reglamentos para adaptarse
a un mundo externo y pasar inadvertidos para la mayoría de las personas.
Grenouille tiene necesidades especiales y formas
extrañas de satisfacerlas, que en general impliquen un cierto ritual. Se puede
decir que éste era un hombre el cual le gustaba lograr sus objetivos con una
persistencia increíble, llegando hasta a la obsesión; siempre era determinado a
la hora de tomar una decisión hasta llevarla a cabo. Sin duda alguna era un
hombre muy osado, le gustaba correr riesgos a cada instante, con ganas de
aprender y obtener mucho más conocimiento de cada olor diferente. Por otra
parte este personaje siempre se mostraba como una persona fría y reservada
consigo misma, tímido y callado, pero a
la vez es era alguien con una gran capacidad de inteligencia capaz de percibir
el mundo de una manera distinta alejado del mundo real, aislado en la forma de
ver las cosas, tratándolo de acomodar a
la presencia de los buenos olores acompañado de la débil belleza y la juventud
ya que son el protagonismo para este personaje, sin embargo las cantidades de
homicidios que realizó, en su mundo reflejaba poder, el poder de ser amado por
los demás a través de la esencia perfecta y lograr que el aroma que tanto soñaba se
convirtiera en la atracción de las calles de Francia, sentir la naturalidad de su aroma corporal ya que
este no tenía un olor propio y según él podía hacerlo captando el perfume de
una mujer virgen, bella y joven.
Retomando una parte del
libro donde Grenouille se ingenia una técnica para extraer la fragancia de una mujer después de su muerte es
“extender un paño y untarla de pasta de grasa. Era un trabajo de tiempo, pues
se trataba de distribuir la grasa en
capas de diferente grosor según el lugar del cuerpo que tocarían las distintas
partes del paño. La boca, las axilas, el pecho, el sexo y los pies despedían
mayores cantidades de aroma que por ejemplo, las espinillas, la espalda y los
codos, parpados y manos deben untarse con más grasa” (Süskin, 1985) . Así pues,
Grenouille decía que el paño era una especie de fragancia aromática del cuerpo
que lo transportaba a la fantasía, al deseo, la satisfacción que ocupaba todos
los sentidos y le proporcionaba placer, para él esta era una técnica artística
que le constaba de paciencia por lo que apreciaba la silueta de la mujer sus
extremidades, su cabello y genitales que le permitía complacer esa mirada
voyerista llena de ambición por el buen olor y el contacto del cuerpo femenino,
por tanto el sujeto no tiene un Súper-Yo que lo regule para poder introyectar
normas en él que lo inserte en la sociedad podemos observar una comorbilidad,
es decir una combinación de trastornos sexuales y personalidad y es construido por su fijación de su cotidianidad para que le
genere placer, no obstante Jean-Batiste creía que era la mejor manera de extraer
estas esencias aparte que le tocaba esperar seis horas para que el efecto se
hiciera en el paño y según él era una espera de mucha ansiedad, tensión y que
esto ocurría siempre en cada uno de sus veinticinco homicidios. Teniendo en cuenta este fragmento
y lo dicho anteriormente este
personaje tiene un pensamiento
“ingenioso y creativo” pero desde términos psicológicos es alguien que busca la
mejor manera de ser reconocido en una sociedad y no pasar desapercibido, es un elemento que lo puede
llevar al amor, el deseo según sus propósitos, pero mentalmente no es normal
porque son metas cargadas de fantasía con el fin tener un placer momentáneo que
se basa el perjuicio al otro, esto sucede en esta clase de personas en las
primeras etapas de su vida no se cuenta con una madre u OTRO que cumpla la
función de insertar en ese sujeto las leyes, las costumbres, creencias y demás
para que sea aceptado en la sociedad, no hay ese modelo de identificación y
partir de eso él empieza a organizar un mundo que para él puede ser bueno así produzca
daño a los demás sin respetar reglas ajenas y limites que lo conlleven a
realizar estos actos, por eso las victimas eran consideradas en su mundo
fantasioso como objetos ya que eran inútiles y vacías después de su muerte.
Después de lo dicho se puede
diagnosticar desde un punto de vista psiquiátrico que Jean-Baptiste Grenouille es considerado
como un psicópata que presenta un trastorno de la personalidad llamado disfunciones
cerebrales, según la comprobación de Raine y concretado por Sanmartín, quienes
dicen que “los psicópatas poseen un buen funcionamiento prefrontal (la corteza
prefrontal es la encarga de controlar los impulsos agresivos) con el que mantienen
bajo control su comportamiento, es decir, tienen consciencia de su actividad
agresiva y destructiva sin que experimenten sentimientos de rechazo o
incomodidad propia de individuo no psicópata” (Sanmartín, 2002: 116). Esto explicaría que
el psicópata como es el caso, sabe siempre lo que hace aunque no lo sienta y
tenga un grado de culpabilidad, es incapaz de empatizar con la víctima.
Teniendo los rasgos de esta conducta psicópata es necesario realizar un
diagnóstico cuidadoso y ajustado con procedimientos que permita la precisa
delimitación del individuo afectado.
Existe un conjunto de
indicadores sociales considerados como factores de psicopatía, los cuales son:
el abandono, la discriminación social y la conflictividad, que están asociados
con el personaje del libro, por consiguiente esto señala un conjunto de
variables comunes como el exceso de fantasía, aislamiento social, mentir de
forma crónica, entre otros. Según esto “el diagnóstico nosológico del DSM-IV-TR
como de la CIE-10, colocan las conductas psicopáticas dentro del Trastorno
Disocial” (Lykken, D.T., 2000). Esto se refiere a la presencia de conductas
distorsionadas, descriptivas y de carácter negativo, además de transgresoras de
las normas sociales en el comportamiento del individuo. Este trastorno supone
un problema clínico importante ya que causa un deterioro del funcionamiento a
nivel social y ocupacional, estas traen consecuencias de su comportamiento y se
derivan del alejamiento y la exclusión, y suelen presentar características
especificas de personalidad como deseos e intenciones ajenas, insensibilidad,
poca capacidad para reconocer la culpa, autoestima distorsionada (baja),
inestabilidad emocional y baja tolerancia a la frustración. http://centros.educacion.navarra.es/creena/002conductuales/PDFs/Trastorno%20Disocial.pdf
Reanudando todos los
conocimientos aludidos en este escrito es pertinente contar un poco acerca de
los homicidios realizados por el asesino a continuación se nombraran algunas
fracciones del libro y la interpretación en general.
“Se fue acercando despacio a
la muchacha, aproximándose más y más hasta que estuvo bajo el tejadillo, a un paso
detrás de ella. La muchacha no le oyó.!
“Tenía cabellos rojizos y
llevaba un vestido gris sin mangas. Sus brazos eran muy blancos y las manos
amarillas por el jugo de las ciruelas partidas. Grenouille se inclinó sobre
ella y aspiro su fragancia, ahora totalmente desprovista de mezclas, tal como
emanaba de su nuca, de sus cabellos y del escote y se dejó invadir por ella
como por una ligera brisa. Jamás había sentido un bienestar semejante. En
cambio, la muchacha sintió frio”.
“No veía a Grenouille, pero
experimento cierta inquietud y un singular estremecimiento, como sorprendida de
repente por el viejo temor ya olvidado. Le pareció sentir una corriente fría en
la nuca, como si alguien hubiera abierto la puerta de un sótano inmenso y
helado. Dejo el cuchillo, se llevó los brazos al pecho y se volvió. El susto de
verla la dejo pasmada, por lo que el dispuso de mucho tiempo para rodearle el
cuello con las manos. La muchacha no intento gritar, no se movió, no hizo
ningún gesto de rechazo y el, por su parte, no la miro. No vio su bonito rostro
salpicado de pecas, sus labios rojos, los grandes ojos verdes y centelleantes,
porque mantuvo bien cerrados los propios mientras la estrangulaba, dominado por
una única preocupación: no perderse absolutamente nada de su fragancia”.
“Cuando estuvo muerta, la
tendió en el suelo entre los huesos de la ciruela, le desgarro el vestido y la
fragancia se convirtió en torrente que le inundo con su aroma. Apretó la cara
contra su piel y la paso, con las ventanas de la nariz esponjadas, por su
vientre, pecho, garganta, rostro, cabellos y otra vez por el vientre hasta el
sexo, los muslos y las blancas pantorrillas. La olfateo desde la cabeza hasta
la punta de los pies, recogiendo los últimos restos de su fragancia en la
barbilla, en el ombligo y en el hueco del codo” (Süskin, 1985)
“Grenouille capturo el
primer aroma individual en el Hospicio de la Charite, donde logro robar, antes
de que la quemaran, una sábana de la cama de un oficial de tesoro recién muerto
de tisis, que lo había cubierto durante dos meses. La tela estaba tan empapada
de la grasa del enfermo que había absorbido sus vapores como una pasta de
“enfleurage” y pudo ser sometida directamente al lavado. El resultado fue
fantasmal: bajo la nariz de Grenouille, y procedente de la solución de alcohol,
el tesorero resucito olfatoriamente de entre los muertos, y quedo suspendido en
la habitación, desfigurado por el singular método de reproducción y los
innumerables miasmas de su enfermedad, pero aun así reconocible como imagen olfativa
individual: un hombre bajo treinta años, rubio, de nariz gruesa, miembros
cortos, pies planos y pálidos, sexo hinchado, temperamento bilioso y aliento
desabrido; un hombre poco atractivo por su olor, aquel tesorero, indigno, como
el cachorro, de ser conservado por más tiempo. No obstante, Grenouille lo dejo
flotar toda la noche como un espíritu perfumado en el interior de su cabaña y
lo olfateo una y otra vez, feliz y hondamente satisfecho del poder que había
conquistado sobre el aura de otra persona. Al día siguiente lo tiro.” (Süskin,
1985)
“En mayo del mismo año se
encontró un campo de rosas, a medio camino entre Grasse y el pueblo de Opio,
situado al este de dicha ciudad, el cuerpo desnudo de una muchacha de quince
años. Había sido golpeada en la nuca con un garrote. El campesino que lo
descubrió quedo tan trastornado por el macabro hallazgo que casi atrajo hacia
su persona las sospechas de la policía declarando al teniente con vos trémula
que nunca había visto nada tan bello, cuando lo que quiso decir era que nunca
había visto nada tan espantoso. En realidad, la joven era de una belleza
exquisita. Pertenecía a aquel tipo de mujeres placidas que parecen hechas de
miel oscura, tersas, dulces y melosas, que con un gesto apacible, un movimiento
de cabellera, un solo y lento destello de la mirada domina el espacio y
permanecen tranquilas como en el centro de un ciclón, al parecer ignorantes de
la propia fuerza de la atracción, que arrastra hacia ellas de modo irresistible
los anhelos y las almas tanto de hombres como de mujeres. Y era joven, muy
joven, aún no había perdido en la madurez incipiente el encanto de su tipo. Sus
miembros mórbidos eran todavía tersos y firmes, los pechos como recién
moldeados, y el rostro ancho, enmarcado por cabellos negros y fuertes, aun
poseía los contornos más delicados y los lugares más secretos. La cabellera
faltaba sin embargo. El asesino la había cortado y robado, así como la ropa.” (Süskin,
1985)
“Poco después del comienzo
de la cosecha del jazmín se produjeron otros dos asesinatos. Las víctimas
fueron otra vez muchachas extraordinariamente hermosas, ambas pertenecían al
mismo tipo de mujeres morenas y placidas, las dos fueron halladas también
desnudas y con la cabeza cortada, y tendidas en los campos de flores con una herida
contusa en la base del cráneo. Tampoco esta vez había rastro del asesino. La
noticia de propago como un reguero de pólvora y se temieron más agresiones
contra los inmigrantes cuando se supo que ambas víctimas eran italianas, hijas
de un jornalero genovés.” (Süskin, 1985)
“Empujo la ventana, se
introdujo en el aposento y dejo el pañuelo a un lado. Entonces se volvió hacia
la cama. La fragancia del cabello dominaba porque la muchacha dormía de broces
con el rostro enmarcado por el brazo y apretado contra la almohada, en una
postura ideal para el mazazo en la nuca”.
“El ruido del golpe fue seco
y crujiente. Lo detestaba. Lo detestaba solo porque era un ruido en una
operación por lo demás silenciosa. Solo podía soportar este odioso ruido con
los dientes apretados y cuando se hubo extinguido continuo todavía un rato inmóvil
y rígido, con la mano aferrada a la maza, como si temiera que el ruido pudiese
volver de alguna parte convertido en potente eco. Pero no volvió y el silencio
reino de nuevo en el dormitorio, un silencio incluso intensificado, porque
ahora no se oía el aliento profundo de la muchacha. Y en cuando se relajó la
actitud tensa de Grenouille (que tal vez podría interpretarse también como una
actitud de veneración o una especie de rígido minuto de silencio), su cuerpo
recobro la flexibilidad”.
“Se guardó la maza y empezó
a actuar con diligente premura. Ante todo desdoblo el paño del perfumado y lo
extendió sobre la mesa y las sillas, cuidando de que el lado engrasado quedara
encima y se mantuviera intacto. Entonces aparto la sabana del lecho. La
magnífica fragancia de la muchacha que se derramo súbitamente, cálida y masiva,
no le conmovió. Ya la conocía y la disfrutaría, la disfrutaría hasta la
embriaguez más adelante, cuando la poseyera de verdad. Ahora se trataba de
empezar cuanto antes, de dejar evaporar la menor cantidad posible; ahora se
imponía la concentración y la rapidez”.
“Corto el camisón de arriba
abajo con unos golpes de tijera, se lo quito, cogió con un paño engrasado y lo
echo sobre el cuerpo desnudo. Entonces la levanto, le metió el paño sobrante
por debajo, la enrollo como enrolla un barquillo en pastelero, plegó los
extremos, la envolvió como una momia. Los corto a ras de cráneo y los envolvió
en el camisón, que ato como si fuera un hatillo. Por último, le tapo el cráneo
rapado con una punta de un paño, que introdujo dentro de un doblez con una
delicada presión del dedo. Examino todo el paquete; no había ninguna abertura,
ningún agujero, ninguna rendija por la que pudiera escapar la fragancia de la
muchacha. Estaba perfectamente envuelta. Ya no quedaba nada más por hacer, solo
esperar durante seis horas, hasta que amaneciera.” (Süskin, 1985)
Grenouille tenía una forma
muy particular de llegar a sus víctimas, empezando por el hecho de que solía
ser una persona que siempre pasaba desapercibida, circunstancia que le
favorecía notablemente a la hora de capturar a sus víctimas, ya que si pasaba
por inadvertido como normalmente le sucedía, todo iba hacer más fácil, lo
primero que hacía era seducirlas, por decirlo de alguna manera, a esto se debe
la descripción detallada de cada una de
ellas, una descripción que no es para nada desagradable, por el contrario, se
torna muy sutil, lo maquillan de una manera que lo hace ver natural, haciendo
énfasis en sus aspectos físicos, especialmente en la textura de sus aromas y lo
que esto significaba o hacía sentir al personaje atraer toda su atención.
La forma en la que realizaba
dichos asesinatos, a pesar de ser violenta y sangrienta, la maneja a su vez con
una astucia y una precisión extraordinaria, dotando de limpieza cada
movimiento, que pareciese como si la victima por si sola dejara todo preparado
para luego ser capturada, cargando de suma importancia la manera en la cual
realizaba sus asesinatos y la finalidad al cometer estos.
No obstante, se alcanza a
percibir que tenía una fijación especial con las mujeres con bellezas despampanantes, sin embargo, asesinó
también a un hombre, sin estar totalmente cautivado por sus olores,
perfectamente distribuidos por todo el cuerpo, siendo cada parte única, hasta
con un aroma distinto, pero con algo en común, que procedían de la misma
persona que a la final lograban orquestarse de una cualidad tan perfecta que
este experto en perfumes quedaba fascinado con lo que alcanzaba a percibir,
y sentirse cautivado era precisamente lo
que lo llevaba a obsesionarse a tal punto de querer apropiarse de esas
fragancias, tan diferentes pero tan completas para ser una, tan ajenas, era una
necesidad netamente suya, que solo podía ser complacida mediante aquellos que conservaran
un aroma tan agradable que para Jean-batiste quería volverlos parte de sí
mismo.
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